Las cosas importantes #10

super poncho
4 min readFeb 24, 2023

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En una entrevista con Rick Beato, Sting habla de las estructuras de la música moderna. Lo que dice, específicamente, es que ya no hay puente. El puente es un quiebre en la canción, un momento distinto a la estrofa y al estribillo que le da al espectador algo nuevo e inesperado, distinto a lo que ya conoce y espera.
Normalmente, una canción pop respondería a una estructura parecida a esto:

Estrofa— Estribillo — Estrofa — Puente — Estribillo

Los puentes no son lugares meramente de paso, transitorios y triviales. Son lugares de transformación. En general, los puentes suelen ser símbolos de cambio, el pasaje a otro mundo, a otro estado del ser (!). Creo que a esta altura es un lugar común de cualquier arte narrativo. No da lo mismo que un personaje cruce un puente a que no lo haga. Cuando el puente termina y volvemos al estribillo, somos distintos.

En la música pasa lo mismo, y lo que dice Sting es que el puente es como hacer terapia. Improvisa un ejemplo: mi novia me dejó (estrofa), extraño a mi novia (estribillo), repito estrofa de nuevo y, antes de volver al estribillo, puente: a lo mejor no es la única mujer del mundo. Y vuelvo al estribillo: extraño a mi novia. Pero ahora, inevitablemente, la extraño de otra manera. En el ejemplo de Sting queda claro que el puente no es solamente una herramienta musical sino también narrativa. La letra es tan importante como la música.

Más allá de si es verdad que el puente ya no existe en la música moderna (¿cuál es la música moderna?), la idea de que sea terapéutico y transformativo me parece muy bella. Me hizo pensar inmediatamente en una canción cuya letra ya mencioné en una entrada anterior: The Obvious Child, de Paul Simon*.

*Por pura pereza voy a suponer, como vengo haciendo, que mi puñado de fieles lectores (¡hola, amigos!) saben el suficiente inglés como para leer letras de canciones.

La letra de The Obvious Child es más bien vaga. La primera estrofa es esta:

Well, I’m accustomed to a smooth ride
Or maybe I’m a dog who’s lost its bite
I don’t expect to be treated like a fool no more
I don’t expect to sleep through the night
Some people say a lie’s a lie’s a lie
But I say why, why deny the obvious child?
Why deny the obvious child?

Si bien no es claro qué o quién es el “obvious child”, sí queda claro que está hablando (como todas las grandes canciones y películas) del paso del tiempo. En dos líneas tira dos caras de la vejez: ya no espero que me tomen por tonto, pero tampoco espero dormir de corrido toda la noche.

La segunda estrofa es más evocativa.

And in remembering a road sign
I am remembering a girl when I was young
And we said these songs are true, these days are ours
These tears are free and hey
The cross is in the ballpark
The cross is in the ballpark

En aquella entrada anterior mencioné que la frase “the cross is in the ballpark” no significa nada, es solamente una frase bella que entra en la métrica de la canción. Pero ojo que va a ser más importante después.

Estribillo.

We had a lot of fun, had a lot of money
We had a little son and we thought we’d call him Sonny
Sonny gets married and moves away
Sonny has a baby and bills to pay
Sonny gets sunnier day by day by day by day

Ahora hay un hijo, y rápidamente ese hijo también envejece. El “yo” de la canción empieza a confundirse entre Sonny y el padre.

Y ahora llega el puente. El puente de The Obvious Child es una escena concreta y clara. Un cuento enmarcado en el resto de la canción.

Sonny sits by his window and thinks to himself
How it’s strange that some rooms are like cages
Sonny’s yearbook from high school is down from the shelf
And he idly thumbs through the pages
Some have died, some have fled from themselves
Or struggled from here to get there
Sonny wanders beyond his interior walls
Runs his hand through his thinning brown hair

Este momento de la canción me vuelve loco. El anuario de la secundaria que repasa los distintos destinos de sus compañeros (y de todas las personas), el pasar la mano a través del cabello cada vez más fino. Todos nos vamos a morir.

El puente terminó y volvemos al principio, pero ahora no somos los mismos de antes.

Well I’m accustomed to a smoother ride
Or maybe I’m a dog that’s lost his bite
I don’t expect to be treated like a fool no more
I don’t expect to sleep the night
Some people say a lie is just a lie
But I say the cross is in the ballpark
Why deny the obvious child?

La última estrofa parece la misma del principio, pero tiene varias diferencias (smooth/smoother, sleep through the night/sleep the night) y, fundamentalmente, la combinación de las dos frases que cierran las dos primeras estrofas (why deny the obvious child/the cross is in the ballpark).
“The cross is in the ballpark” no significaba nada, pero después del puente Paul la canta con otra convicción. Es más, ahora ya no es una frase suelta, afirmada casi al aire, sino una declaración firme y anunciada.

La interpretación de la letra es tan libre como arbitraria. Mi opinión es mía, me la guardo para mí, pero sí es indiscutible que del puente hemos salido cambiados. Pasó el tiempo. Quizás, incluso, pasaron varias décadas. Algunos murieron, otros se escaparon de ellos mismos.

Yo, personalmente, hace varios meses que no duermo de corrido.

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